Tratando de hablarle a una vieja muy muy chévere…
Por:
El Gemelo Rutinario
(Este artículo es del gemelo rutinario, y es mas o menos un extensión a el articulo que yo escribí, Tratando de hablarle a una doña muy muy cool. El artículo que yo escribí si paso en realidad, el artículo del gemelo es una interpretación. Tuanis, G2)
Eran las 9 de la noche, en un sábado cualquiera, en uno de mis años adolescentes (c. 2003). Pablo estaba conduciendo. Pablo era el hermano de Pedro, amigo mío desde que teníamos como 3 años o por ahí. Pedro también iba en el carro. Un carro era una maquina creada por el hombre para moverse mas rápido. Utilizaba una sustancia llamada gasolina, que se producía reaccionando petroquímicos a diferentes temperaturas.
Conducíamos a una fiesta mas de los innumerables “fin des” saturados de alcohol, aprete y cigarrillos, que teníamos en esa área de tiempo de nuestra vida.
La fiesta era de una vieja que se hacia llamar Marie Claire Chávez. Lo que había pasado era que los viejos de Marie Claire se habían ido de vacaciones ese fin de semana a meterse en agua salada y echarse encima de pequeñas roquitas de conchas abajo del sol ultra violeta. Ese fin de semana el señor Chávez se daría cuenta que la señora Chávez durmió con el muchacho del “room service”, Gilberto Santa Trinidad.
Llegamos a la fiesta, si se podía llamar así. Eran una casa bien grande, en una urbanización de plata. Comenzaba con una pequeña reproducción de la casa blanca, continuaba por una sala de estar brillante y limpia, para luego pasar por un corredor con pinturas de retratos de la familia. Llegamos a la piscina.
La piscina era una de esas piscinas cubierta por los ojos de las ventanas de las mansiones de los lados, con palmeras tropicales cubriendo la terraza en donde estaba la piscina.
Habían alrededor de 15 personas. 6 maes que conocía pero que no les hablaba mucho (idiotas que se pasaban jugando de locos y que quería despichar pero por cobarde no lo hice), 4 viejas que no conocía(pipis de mierda que se impresionaban por cualquier idiotez que hacían los otros maes), Marie Claire, Pedro, Pablo, yo (Santiago) y una vieja amiga.
El ambiente apestaba. No había música. Los maes se pasaban ligando a las viejas, Marie Claire se estaba apretando a Pedro, y Pablo estaba con una vieja. Odio decirlo y no parecer emo, pero me sentía solo. No sabia que hacer, caminaba por la piscina, preguntaba si podía usar el baño, hablaba con la empleada de la casa…etc.
En total, solo encontré mi refuerzo en las sustancias alcohólicas gratis que la fiesta ofrecía.
Me tomaba trago por trago. Pero no quiere decir que tome vaso por vaso. Llegue al punto en que pensaba que ir a ver televisión con la empleada y ponerse a hablar sobre la física cuántica era la mejor opción. Pero gracias a la música, así no fue lo que paso.
En una de mis caminatas por la piscina (la cual consistía en darle la vuelta hasta que ya no podía contar y se me confundían los números), llegó Marie Claire furiosa.
-Hey mae, o sea ¿usted que piensa?- Me gritó. Ella sintió que al mover los brazos en sincronización a lo que dijo iba a enfatizar su enojo.
-No sé exactamente. Pero puedo hacer buenos debates sobre las vacas que están debajo de las computa—Me interrumpió.
-Mae, o sea, yo los invite a ustedes idiotas para quedar en buenos términos. ¡Mae pero mierda, si vienen aquí a hacer despiche para eso mejor no vengan!- Parecía estar enojada sobre algo.
-No sé de que estas hablando mi querida Merry Clerr- Mi conclusión fue que tal vez se disiparía su enojo si le comenzaba a llegar.
-¿Mae por que tiró la mesa a la piscina?- Mis oídos le dijeron a mi cerebro por medio de ondas electromagnéticas de que esa era la razón por la cual estaba enojada. Mi conclusión fue que no fui yo.
-No fui yo- Le respondí.
-Mae, porque miente???- Se le notó como se le rompió la voz al final de esa oración. Creo que estaba vulnerable como para llorar.
-Te estoy diciendo que no fui yo, amiga.- A esto, exploto aun mas su tormenta de lloriqueo.
-Realmente no es necesario. Vea a ese mae, creo que fue el. – Le dije, apuntando a un mae cagado de risa, con una botella de guaro en la mano, bailando con una vieja borracha.
Ella se dio la vuelta y salió corriendo ridículamente, llorando y tapándose la cara. El pelo se movía atrás, y las piernas corrían como si fueran de hule. – DéJeMe En PaZ!! WEOEOEOEOEEEOOEEEOOO- me gritó. No pude hacer nada mas que cagarme de risa. Bueno, no me reí, pero ahora si me parece gracioso. En ese momento estaba muy concentrado en como ella corría y como la otra gente estaba cagándose de risa, borrachos.
Me di la vuelta y me senté en un de las sillas de la piscina, como si estuviera aliviado de ese momento de tensión y estrés. Volví a ver a la derecha y vi a una vieja como de 17 años. Estaba apoyada en un balcón de una de las mansiones de los lados que daban a ver a la piscina de esta casa. Estaba fumando y sostenía un vaso de plástico con lo que parecía ser una sustancia transparente. Concluí que era alcohol. Y luego concluí de que era vodka. No se, esta vieja tenía clase. Estaba usando unos anteojos emo, tenía pelo negro, largo, con la carrera al lado, ojos verdes, una camiseta de playa pequeña, una falda negra, y un bultito de esos tradicionales con figuras simetrízales colgando de su hombro. Creo que estaba en una fiesta como esta, pero en la otra casa.
Esta vieja me intrigó, en serio, tenía estilo, belleza, y se veía inteligente. Me determiné a ir a hablarle, pero no sabía como. En ese momento, me llego a la mente una oración que me parecía muy inteligente para romper el hielo.
Entonces me acerque a ella y la mire de frente, como su Romeo y ella mi Julieta. Ella no me había visto todavía, entonces estaba seguro de que iba a ser sorprendida por mi espontaneidad masculina pseudo-intelectual romántica.
Le grité. Le grité. Si, le grité, no la llamé, le grité:
-HEY, ¿QUÉ ? ¿ESTÁ AHUEVADA ???- Esa era mi brillante oración para romper el hielo. Tomen apuntes, maldición.
Pero para mi sorpresa, respondió con la respuesta que garantizaba matar nuestra excelente conversación.
-¿QUÉ?- Maldición, alguna gente sí que no tiene habilidades sociales.
-Que si está ahuevada- Le dije, esta vez.
A esto, ella movió la cabeza del lado a izquierdo al derecho y al izquierdo de nuevo. Registré ese mensaje como un gordo y rotundo –NO-.
Pensé que tal vez si mostraba felicidad de que ella no estuviera ahuevada, tendría una oportunidad con esta vieja, intrigante y hermosa. Entonces le dije:
-¡Qué bien!- Con una sonrisa grande y sincera.
Me molestó mucho el hecho de que no estuviera interesada en formar una conversación con este espécimen perfecto del homo sapiens sapiens masculino.
Pensé que tal vez si esperaba un toque a que el alcohol que estaba ingiriendo mi bella dama reaccionara con su cerebro y comenzara a matar neuronas…tal vez ahí tendría una oportunidad de salir de la sociedad anónima. Además, el momento parecía oportuno ya que una amiga de ella había llegado a hablarle. Me senté en el piso, y me puse a verlas. Me parecía raro, porque solo la amiga hablaba y la vieja chévere no decía nada.
Mientras las miraba, me había ocurrido de una excelente línea que me garantizaba la amistad, o futura relación amorosa con esa vieja. Estaba listo, pero esa maldita amiga no la dejaba en paz. Yo creo que hasta mi bella dama estaba en el punto, con esa amiga que no se callaba ni se iba.
Y para agregar a mi ansiedad, llego una vieja y se sentó a mi lado. Creo que estaba atraída a mi excelente figura.
-Qué Gabriel. ¿Todo bien?- Creo que ella pensaba que me conocía.
-Aja, aja. ¿Usted?- Desinteresado, actué como si la conociera.
-Bien bien, por dicha. Hace tiempo que no nos vemos- En ese momento me recordé de quién era. Era Mariana, una vieja amiga que hace tiempos que no veía. Me parecía que hablaba mucho, creo.
-Hmm si, diay, no sé- En ese momento, me estaba dando cuenta que mi bella dama se estaba marchando con su maldita amiga que la llevo adentro de la casa de nuevo, a la fiesta del lado. Bajé la cabeza y suspiré. Qué mierda.
-Ah. Di no se, llámeme algún día, para hacer algo- Creo que se dio cuenta de que no estaba interesado en la subconsciente conversación que estábamos teniendo. Es que si mae, que mierda. Estaba tratando de pescar a mi futura novia, pero tenía que llegar ella a distraerme. También la amiga de mi bella dama. Abajo con las amigas. No sirven de nada. Bueno okay, si sirven de algo, de amigas, pero uno debería ser capaz de decirles que no lo molesten en ese momento.
Me di cuenta que lo que me tenía propuesto en la mente para decirle a mi bella dama ya no me servía de nada. Entonces decidí decirle a Sofía esa línea de comedia pura.
-Que chuza esta la piscina verdad?- Me di cuenta que no estaba sirviendo, porque Mariana me dio una cara de confundida. Concluí de que ella no era suficientemente inteligente como para entender ese tipo de romance complejo.
En medio de nuestra conversación basada en miradas raras, llegó caminando Pedro y me dijo que teníamos que irnos. Yo pensé que apenas habían pasado unos cuantos minutos desde que llegamos. Pero no, ya era la 1 a.m. Qué raro.
Entonces me levanté y la abracé, en este punto, no me recordaba de quién era ella. Creo que no estaba bien. Ah si, también me dolía el estómago. Me despedí y le dije que algún día la llamaba. A ese comentario, ella me miro, como decepcionada. Creo que acababa de ver a un mae tirado en la calle, con una jeringa metida en su brazo, sucio y grasoso. Qué vieja más rara.
Entonces así fue como emprendimos rumbo a mi casa. Estoy seguro que nos despedimos de una Marie Claire llorona, pero no me recuerdo. Qué vieja más rara. En serio, en esa fiesta si hubo gente rara. En el carro, toda esa noche me había parecido como un trofeo social. Esa fiesta fue una de las mejores, tuve una actividad social impresionante.
Cuando Pedro y Pablo me soltaron por mi casa, caminé directo al patio de atrás. Me subí al trampolín y comencé a saltar. Me pareció gracioso. Pero creo que luego no me pareció gracioso la vomitada que me pegué en el baño.
Entonces me quité la ropa y me eché en la cama. Prendí el discman y me puse a escuchar música punk. Me puse a pensar de que tal vez si hubiera estado sobrio hubiera podido entablar una conversación con la vieja chévere sobre las vacas que están debajo de las computadoras, pero creo que los sucesos no hubieran cambiado mucho. Hmm, pero creo que en ese momento, después de haber cerrado los ojos y estaba apunto de dormir…me di cuenta de que esa noche no había sido tan espectacular. De hecho, apestó. Bastante.
Bueno ciao.
"ya saben la rutina, cualquier invitación al cine o insultos”, no duden en mandar un mensaje a:
tehellet@gmail.com"
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