Mira,
que en este mundo de suspenso y de masas solo hay dos cosas que son verdaderas,
el deseo mío para con vos y el destierro de nuestras almas de algún día que ya vendrá.
Las acciones son tan perfectas, como el calor de verano que siento en tu estancia o el sentimiento placentero que se vuelve como una estela, dejando atrás espuma aromática.
No se que hay por allá, solo se que no estas pintada en esa obra. En ese otro lado del mundo solo se ven cosas vacías, incompletas… como si el Paris fuera mas solo o talvez solo soy yo… que estoy aprendiendo cada día a ser incapaz de escapar; como un animal domesticado; imposible para este porque ha encontrado buen trato y algo mas que lo hace sentir parte de un montón que nunca había imaginado.
Mira,
los colores nunca son tan vividos ni mucho menos mas completos, las canciones poseen un volumen mas tenue y las palabras suelen perder su peso cuando estoy a cinco kilómetros de tu casa… toda una lejanía, como si estuvieras en la recóndita China, perdida por allá… al otro lado de este planeta.
Soy un puño de vestimenta y de esta comida que me comí, porque cuando estoy con vos siento como si no existiera, no soy parte de esta realidad.
Pareciera ser que existe un plano de conciencia diferente, estas acciones tuyas me hacen reventar a la dimensión desconocida.
Mira,
ignoro si es el momento, el presente o el tiempo. Estando a tu lado no hay cosa mas linda que ver tu sonrisa o sentir esas manos sobre mi espalda, que me hace sentir como un niño, de vuelta a la media década.
No me importa nada cuando estoy con vos, solo hacerte reír y escuchar tu voz… Porque es imposible no pensar en tus palabras, ese receso que me doy cuando apareces.
Mira,
el ensueño esporádico quiero que sea para siempre, que no acabe, que continúe, que nos perdamos los dos y nunca mas volvamos a esta triste soledad.
Vamos.