¿Tal vez podríamos agarrar mi carro y escapar de San José? Irnos a Puerto Jiménez a escapar de la realidad estúpida de la ciudad, Ahí definiremos nuestro futuro incierto. Por favor… vámonos. Solo ocupo tu cara y esta esperanza de juventud violenta. Que injusto robar un beso todo raro. Me encanta tu olor a shampoo y perfume. Esa cabellera violenta tuya y por supuesto… mi estupidez perpetua.
Cantamos Continental a toda voz en ese bar que ni supimos adonde quedaba y pegando brincos con tu prima de Colombia. Que increíble como todo paso tan rápido, como si nunca hubiera sucedido. Esa particular manera de actuar. Me llene de sangre la mano escribiendo en un árbol lo mucho que te amaba. Yo de idiota una vez mas, sin mucho que decir. Maravillado por tu perpetua belleza al 100%. No es algo físico, es algo cerebral.
Y te dije, fuertemente. ¿Qué haremos cuando estés casada? ¿Qué putas hare? No se por el amor de Dios. Solo podré recitar la letra de Spiritualized que dice:
“Mi amor, prende mi alma en fuego… tengo estos dos bracitos para agarrarme fuerte y quiero subir mas alto… mi amor, nunca digas nunca… tengo un huracán entre mis venas y me quiero quedar para siempre…”
Nunca digamos nunca porque siempre entre vos y yo va a existir esa magia difícil de entender, tan volátil como los juegos de pólvora de este diciembre. Hijo de puta, es Diciembre y seguimos en la lucha.
