"Critica sobre la publicación #17 de Keroauc."
Por: G2
Jack Kerouac fue parte de la cabecilla del movimiento literario americano conocido como Beatnik. Los beatniks fueron un grupo de intelectuales que salieron de la Universidad de Columbia, en Nueva York. Estos mantenían un estilo de vida activo y bohemio, manteniendo siempre la idea de vivir las experiencias al máximo, con buenos sentimientos e ideales.
Los libros de Kerouac en su totalidad son autobiográficos, estos relatan las vivencias, los pesares y las locuras de Jack Duluoz. Kerouac, conjunto con sus amigos Allen Ginsberg, William Burroughs y Neal Cassidy romantizaron e inspiraron a una nueva generación rebelde, los hippies.
Todos los lectores de los libros del movimiento Beatnik resultaron ser los futuros hippies. Los libros de Kerouac, Ginsberg, Burroughs, Kessey; entre otros, sirvieron de plataforma para que la nueva generación emergente se indoctrinara con el estilo de vida beat. Si estudiamos con detenimiento la generación hippie, nos daremos cuenta lo mucho que tiene que ver con el movimiento Beatnik. Los hippies adoptaron muchas de las practicas y creencias de sus padres, los beatniks.
En Big Sur encontramos a Duluoz con un ya avanzado estado de alcoholismo (Kerouac tenia una debilidad por el alcohol, de hecho llegaría a morir por medio de una hemorragia interna, provocada por cirrosis). Nos damos cuenta al leer que Duluoz es un reconocido autor, el cual es perseguido por su fama. Relata como este decide buscar paz en una cabaña en una playa al sur de California.
Es en este retiro adonde Kerouac se da cuenta de su problema de alcoholismo. Aquí este sufre con las alucinaciones y dolores físico/mentales asociadas al horroroso delirium tremens. Pasan los días en la cabina en el Big Sur, Kerouac solitario y en paz, tratando de escapar de su fama (este era victima de la fama de sus libros).
Encontramos a Duluoz deprimido por el hecho de no ser el hombre joven y con interminable energía que una vez lo fue. Nos cuenta como sus fieles seguidores llegaban a su casa imaginando toparse con un joven de 25 años, lleno de vida y un cuerpo de viajero incansable. Mas bien se van topando con un señor, ya avanzado en sus cuarenta años, que posee dolores corporales por los años de llevar un vida dura.
Nos podemos dar cuenta del conflicto interno que aun persigue al escritor. Sabiendo de su problema de alcoholismo y los problemas que el alcohol le trae a su cuerpo, Kerouac aun sigue desesperado por buscar eso que nunca ha encontrado en ninguno de todos los lugares adonde ha estado. Su felicidad y paz interior. Pareciera como si siempre hubiera una vez interior que lo llama a despedazar todo lo que tiene en el momento, para echar vuelo y dejar todo atrás.
Dandonos cuenta que Kerouac es como un trovador sin rumbo, podemos entender el porque de su escritura, su esencia. Esta necesidad que siempre encontramos en su escritura, la de relatar las cosas como son, sin mucho maquillaje sobre lo sucedido (sino mas bien maquillando los detalles, dándole un aire poético a las mas simples situaciones) demuestra la sensibilidad existente en la manera de percibir sus alrededores.
La persistencia del llamado “rey de los beatniks” en querer contar la historia de un punto de vista cargado de emociones deja al lector con una nostalgia sobre su pasado, generando preguntas si su vida pasada se vivió siempre al máximo. El problema de Kerouac y de muchos de sus contemporáneos fue que llevaron su vida de acorde a ciertos parámetros que no son los establecidos por una sociedad. La idea de vivir la vida como un beatnik era de llevar los extremos a unos nuevos limites.
Esto precisamente es lo que hace que los libros del movimiento Beatnik estén llenos de una energía joven, genuina, tan llena de esperanza. Aunque el abuso de sustancias vaya de la mano con este movimiento, mucho del pensamiento proactivo y moderno del presente viene arraigado de las costumbre y el día a día del beatnik (individuo del movimiento Beat).
Kerouac se ve imposibilitado en mantener sus días en exilio, ya que la soledad de la cabina en que se hospeda y del sur de California son estremecedores. Este hace su triunfal regreso a San Francisco, adonde encuentra que todo esta siempre adonde tiene que estar. Aquí establece contacto con sus amigos mas cercanos (todos famosos poetas o escritores) y los invita a pasar un rato con el la cabina del Big Sur.
El fiel lector a Kerouac podrá encontrarse una vez mas la misma narrativa clásica de este (que lo hizo famoso con su novela “On The Road” unos años atrás) al ver reunidos a todos los amigos del escritor. Conversaciones rápidas mezcladas con vivencias cargadas a reventar con alegría y energía, encontraran al lector leyendo de manera rápida la lectura, como debería de leerse cualquier obra del movimiento Beat.
Big Sur es una novela plasmada de desorden. Muchísimo mas desorden que sus otras novelas. Este desorden es sinónimo con el desorden mental que estaba sufriendo Kerouac. Muy propenso a las emociones, Jack escribe con delicadeza ciertas situaciones que cualquier otro ser humano percibiría sin sentimiento alguno. Es por esto que Big Sur brilla por si sola, ya que es una novela sexy y liviana.
Esta en si no complace como lo hace Dharma Bums, novela que Kerouac escribio con anterioridad a Big Sur. Deja al lector con un cierto sin sabor de boca ya que genera preocupación por la estabilidad general del escritor, el cual llegaria a morir unos anios después. Es aquí cuando sus vicios verdaderamente se convierten en problemas y deja al descubierto que Kerouac es un ser humano y no un semi-dios invencible como lo dejan descrito sus publicaciones anteriores.
No recomendaría empezar con este libro de Kerouac ya que es uno que se debe leer al tener comprensión sobre el libre estilo literario del escritor. Este no demuestra el brillo necesario para ganar la confianza del lector. Al contrario genera un cierto desencanto con todo lo que podía llegar a ser el movimiento Beat. Esta novela deja al descubierto ciertas facetas depresivas del abuso de sustancias, momentos no tan gloriosos y celestes.
Aunque es completamente normal para un escritor demostrar diferentes facetas en su crecimiento intelectual y literario, no es normal encontrar una perdida en la calidad de escritura en un escritor. Aunque esto perfectamente puede suceder, no es precisamente el caso que sucede aquí. Jack no hace un retroceso en su calidad de escritor sino que experimenta con un estilo similar a la ultima parte de su novela “On The Road”. La mayoría de “Big Sur” esta escrito de esta manera, un estilo notablemente frágil y bello que escupe poesía y sensibilización.
Mientras que mucho de los libros de Kerouac hacen sentir al lector como si se estuviera manejando un deportivo en una autopista, esta novela hace en partes completamente lo contrario. Podemos ver mas detalle por parte del escritor, como si este por fin se detuviera por un instante a interiorizar todo lo que se encuentra a su alrededor.
Muchos de los pasajes de este libro nos encontraremos a Kerouac solitario, sin mucho que decir sobre su actual estado y mucho que contar sobre lo que esta sucediendo en sus alrededores. Tanto así que al terminar la novela hay un poema titulado “Sea” (“Mar”) escrito por el. Este describe los sonidos que genera un mar abierto pegando con los acantilados cercano adonde estaba viviendo Keroauc en ese entonces.
Este, en su soledad, se tomaba su tiempo las noches de verano en escuchar los sonidos del mar. Sufriendo de vastas alucinaciones ópticas como también auditivas producto de su ya presente Delirium Tremens Kerouac relata como estos sonidos muchas veces le secaban y horrorizaban el alma.
Se debe tener muy presente que aunque este no sea el mejor de las novelas de Jack Kerouac, esta si es necesaria leer si se quiere comprender la escritura de el. El libro en todo momento entretiene al lector, otras veces lo entristece. La idea de aquí no es encontrarle el negativísimo persistente al libro sino escarbar la poesía y buena energía que existe entre sus paginas.
Kerouac no resulta ser de peso pesado como lo son sus contemporarios Burroughs y Wolfe. Es talvez esto lo que hace que el lector siempre quiera seguir leyendo mas. He aquí la similitud existente en Bukowski y Kerouac. Los dos son sumamente parecidos en que son imposibles de dejar de leer, por mas repetitivo que las acciones de cualquiera de los dos sean.
Los libros de Kerouac inspiran. Mantienen al lector con un alma joven y definitivamente invitan a leer mas, ya que tornan ser adictivos. Es por eso que invito a leerlo, resultan ser excelentes para pasar una tarde de verano entretenida.
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