No hay que salir a ver calle para saber que mierda se puede comer en cualquier lado.
No hay que dormir encima de un cartón para saber que se ha pegado con pared.
La integridad igual se destroza y la belleza igual se aplaca.
Que difícil que es buscar el norte cuando se tiene la falsa seguridad que hay mas por encontrar en el sur.
La gente que se encuentra en el camino destrozado siempre perdieron con la búsqueda insensata del “¿Qué será lo que hay mas allá?”
Muchas veces me encontré con el “¿ahora que?” Todos habían partido para sus casas, habían cerrado la noche, se quitaron el antifaz oscuro que usaron entre esas horas de búsqueda infernal.
Se cansa el cuerpo, el cerebro. Se mancha el alma. Se deja de sentir como un ser humano y lo único que queda es esa coraza que suele ser menos que un animal.
Que difícil se vuelve llorar cuando no hay lagrimas par derramar. Cuando no hay emociones por las cuales gritar.
Se vuelve imposible soñar cuando se esta mal.
Pasa al olvido que existe un futuro, que el tiempo se va, que la gente arma su vida y que uno se queda igual.
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